domingo, 8 de noviembre de 2009

Su iMpOrTaNcIa eN La iNdEpEnDeNcIa!!!

Este es un artículo tomado de un autor anonimo y modificado por nosotros...
Es realmente completo y claro para lograr entender cuan importante fueron las mujeres para la independecia de nuestra patria.

“La historiadora Mercedes Guhl sostiene que las mujeres, a diferencia de los hombres, emplearon distintas formas de contribuir con la causa independentista: lucharon a su manera, con medios femeninos.”
La participación de la mujer en el proceso de independencia de la corona española en los años de 1809 a 1830 fue realmente importante y además necesaria a pesar de que todos sus esfuerzos fueron echados casi al olvido después de muchos años de historia y no fueron reconocidas como se lo merecían al igual que el grandioso Simón Bolívar o San Martín.
Las mujeres de clase social alta del siglo XIX no solo eran educadas para realizar las labores domésticas, si no que además eran alfabetas y literatas, lo que las ayudaba para realizar uno de sus principales papeles en la independencia: ser espías. “Las mujeres establecieron una verdadera red de información, de la cual ellas servían como eslabones principales.”
Un gran ejemplo de dichas cualidades se encontraban en mujeres activamente participativas en la gestión de la independencia como Manuela Saenz, Baltazara Terán, Policarpa Salavarrieta, Antonia Santos, María Donoso Larrea, entre otras, que estuvieron siempre al margén de los acontecimientos y apoyaron firmemente a todos los soldados bolivarianos para lograr la independencia de America y que ésta fuera libre y soberana.
La facilidad de realizar este trabajo por la mujeres se basaba en el hecho de que los soldados españoles no se preocupaban en lo que decían frente al “bello género” como se les señalaba a los mujeres del siglo XIX, “el supuesto de la naturaleza apolítica de la mujer, por lo menos durante los primeros años, proporcionó a muchas la protección necesaria para actuar de traficantes, espías y seductoras; es decir, convenciendo a los soldados para cambiarse de bando.”
Entre los nombres de las mujeres que apoyaban en las redes de información se encuentra el de Baltazara Terán, mujer latacungueña, que al ser propietaria de una fonda en la que se hospedaban los soldados realistas podía enterarse de sus planes y comunicarles a los independentistas.
Pero esto solo era una pequeña introducción del papel que desempeñaron las mujeres en pos de la independencia de América. Además de haber servido como espías o mensajeras para los soldados bolivarianos o donar dinero para la causa, ciertas madres, hijas, esposas y amantes acompañaban a los soldados en las batallas, no solo para ayudarles con los enfermos y servirles comida a los soldados si no para luchar en el campo de batalla vestidas de hombres.
Entre las mujeres que pelearon en las batallas se encontraron Nicolaza Jurado, Gertrudis Espalza e Inés Jiménez, que para poder pelear en la batalla de Babahoyo del 21 de agosto de 1821 y la de Pichincha del 24 de mayo de 1822 tomaron los seudónimos de Manuel Jurado, Manuel Espalza y Manuel Jiménez. Su participación al igual que el de otras mujeres fue reconocida públicamente y Jiménez y Espalza fueron condecoradas.
En uno de los discursos realizados por Simón Bolívar reconoció la participación de las mujeres en la batalla:
“…hasta el bello sexo, las delicias del género humano, nuestras amazonas han combatido contra los tiranos de San Carlos con un valor divino… Los monstruos y tigres de España han colmado la medida de la cobardía de su nación, ha dirigido las infames armas contra los candidos y femeninos pechos de nuestras beldades; han derramado su sangre; han hecho expirar a muchas de ellas, y las han cargado de cadenas, por que concibieron el sublime designio de libertar a su adorada patria”
Las mujeres anteriormente nombradas son solo un fragmento del sin número que apoyaron con sus posibilidades a la causa. Pero al hablar del rol de la mujer en la independencia no se puede dejar de lado a la “Libertadora del Libertador”, Manuela Sáenz.
Manuela Sáenz empezó con su rol de mujer independentista en el año 1819, antes de conocer a Bolívar, ella colaboraba con los patriotas en el Perú. En donde fue condecorada por José de San Martín, al igual que otras mujeres con la medalla de “Al patriotismo de las más sensibles.”
La razón que Sáenz sea una de las mujeres más recordadas en la historia de América no radica en su relación con Bolívar si no en el hecho del temple y la calidad de liderazgo que tuvo esta mujer durante los años de lucha y después en el periodo Floreano al mantener constante correspondencia con el primer Presidente del Ecuador, mientras se encontraba exiliada en el Perú. Pero además por haber salvado en dos ocasiones la vida del Libertador.
Uno de sus altercados se da en Colombia cuando el Ministro del Interior de este país le exige a Manuela que entregue los documentos de Bolívar ya que estos pertenecían al estado, y ella se niega con la simple respuesta que esos documentos no son del Gobierno y así inician un sin número de conflictos entre Sáenz y las autoridades.
De ahí nacieron grandes protestas y contras hacia Manuela Sáenz pero ella sin ninguna vergüenza contesta ante todo el pueblo defendiéndose de los comentarios así: “No he ofendido a ninguna autoridad. Lo que he hecho no es deshonroso. Quienes me calumnian lo hacen porque no pueden perseguirme ante la ley, confieso que no soy tolerante pero mi serenidad descansa en la conciencia de lo justo que es la causa de su Excelencia, el Libertador.”
En su exilio de Colombia la expulsaron con el mayor resguardo al ser considerada de alta peligrosidad como lo expresó Lino Pombo en una carta al prefecto de Cartagena. “para prevenir cualquier alboroto que ella pueda suscitar en negocios políticos, puesto que hace alardes de ser enemiga del gobierno.”

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